Vas por el mundo pensando que no tienes nada que ofrecer. Crees que eres el problema. Te subestimas a ti misma. No eres capaz de ver lo que los demas vemos. Eres preciosa. De verdad que lo eres. Tienes una sonrisa que ni las lágrimas pueden tapar. Fuerte. Inteligente. Intersante. Divertida. Con principios. Educada. Compasiva. Buena en exceso. Generosa. Alegre. Amiga. Novia. Amante. Hija. Hermana.
Alguien a quien admirar. No importa lo que la vida te ponga por delante, tu saldrás victoriosa de cualquier batalla. La gente te envidia, por eso te hacen lo que te hacen. Seguro que no son como tu y querrían serlo. Querrían tener a toda esa gente que tu tienes. Te han dado mil y un golpes preciosa, pero tú has sabido esperar y perdonar. No has guardado rencor. Al revés, todas las personas que te han hecho daño saben que si algún día necesitan ayuda vas a estar ahí de nuevo. Sigue cariño, sigue. Yo voy a estar aqui para cuando quieras pararte y descansar. Cuando tengas que lamerte las heridas y necesites echar una lágrima, estaré aquí. No vas a estar más sola. Aunque nunca lo has estado. Ellos te adoran, y tu lo sabes. Pero ambos sabemos que a veces se te hace tan dificil... Alguna vez alguien nos contó aquel cuento que hablaba de la zanahoria, el huevo y el café. La zanahoria se enfrentaba al agua hirviendo dura, pero al final se volvía blanda. El huevo era duro por fuera, blando por dentro pero el sufrimiento le hacia volverse duro por dentro también. El café era diferente, el café no cambiaba; el café cambiaba al agua, le daba un agradable olor. Tu eres el café de mi vida. Tu me has regalado el aroma. Me has cambiado. Has dejado tu huella para siempre en mi. No dejes de hacer lo que haces, amor. Pon el corazón en cada cosa que haces, vive apasionadamente, desinteresadamente. La vida a veces es dura. A veces pensarás que nada merece la pena. Pero sería el mundo el que no merecería la pena sin ti.