- No pienso levantarme de la cama. No consigo recordar la última vez que te besé. Siempre pensamos que el último beso no será eso, el último. Tenemos la esperanza de que habrá muchísimos más a lo largo de nuestra vida. De que no será un adiós definitivo.
- Fué un martes por la mañana. El pelo te olía a flores, a vainilla. Tú llegabas tarde a clase, fué un beso rápido, normal, de esos que damos cuando pensamos que tendríamos la oportunidad de regalarnos a diario. Nos despedimos, yo seguí tomándome el café y tu te marchaste. Nos dijimos adios pero no pensamos que seria para tanto tiempo.