Me vuelto el fantasma de tu voz, la que no recibe amor y aún así no me importó. Reencarnaste en mi otro yo. Y es irrepetible, y es irreversible el cómo terminó. Vine a decirte adiós, no puedo engañarme más, en tu vida hay alguien más. Nunca te podré olvidar porque por ti aprendí a amar. Aunque a ti te dé igual.
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Diferentes caminos.