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jueves, 28 de julio de 2011
sábado, 23 de julio de 2011
No quiero sólo sobrevivir.
La casa se siente vacía y las teclas del ordenador al escribir suenan por toda la habitación. Me dispongo a poner algo de música, algo que me anime.
Resulta que desde que ya no estamos juntos mis padres tienen más confianza en mi y son casi más las noches que paso sola que acompañada. Lo que lleva inevitablemente a recordar todas esas riñas para poder conseguir la casa sola para los dos. Los encuentros en parques, a las afueras de la cuidad, en obras sin terminar, debajo de puentes,... Todo para eso, para estar solos. Para hacer todas esas cosas que no se nos permitian. ¿Recuerdas todos los secretos que guardábamos? Uno por cada caricia.
Saltaron todos en mil pedazos.
No quiero dormir sola. No me gusta el sabor que tiene la cama vacia. A veces siento que todo lo que necesito es alguien que me abrace. Pero lo cierto esque me siento estúpida pidiendo eso, un abrazo.
Y todo lo que puedo decir esque ójala tu también pienses en mi. Y tal vez, solo tal vez también necesites un abrazo.
lunes, 18 de julio de 2011
sábado, 16 de julio de 2011
martes, 12 de julio de 2011
Eran las seis de la tarde y mi velada de sol habia sido interrumpida. El sol se había visto eclipsado por las nubes y el viento. Algo así había pasado con mis sentimientos. Una tormenta se despertó y arrasó con todo lo que tenía ya construido.
Me encontraba tirada en la cama compadeciéndome de mi misma, entonces no se me ocurrió nada más inteligente que ponerme a beber algo de ron que me habia sobrado de mi última fiesta. Bebía a la misma velocidad que la autocompasión se hacia dueña de mi cabeza.
Dieron las siete. La cabeza me daba vueltas y otra fugaz idea me hizo vestirme y salir a la calle. El tiempo seguía siendo turbio pero el alcohol habia conseguido adormecer mis sentidos. De nuevo algo me hizo dirigirme al centro, allí me ví tentada a entrar en las tiendas que desplegaban sus carteles de rebajas. Empecé a probarme ropa. Salí de allí un con pintalabios naranja, dos pantalones cortos y un vestido demasiado corto.
Para cuando regresé a casa por fin comenzó a llover. Eran más de las nueve pero a diferencia de cuando habia salido de casa ya no tenia hambre. Asique no sé si a causa de mi melopea o de mi locura habitual me salí al jardín. Me quedé ahí, sentada bajo la lluvia, dejando que las gotas me empapasen. Y pensé. Basta. Ya valía. Toda mi tarde habia supuesto una lucha contra el salir corriendo. El salir a por él. Seguía centrando mi vida en su persona. Me sentía desgraciada solo por no tenerlo a mi lado. Pero... quizá, y solo quizá fuese alreves. ¿Y si era más afortunada como estaba? ¿Y si en vez de emborracharme y salir de compras habria ido a verle? Entonces, ¿las cosas serian peor de lo que eran ahora? Y entonces lo entendí. Si.
miércoles, 6 de julio de 2011
Deseos de cosas imposibles.
En cinco minutos me encontré en la puerta de su casa. No tenía intención de llamarle, esperaría allí hasta que él hiciera acto de presencia. A decir verdad no tenía ni su número de teléfono, eso sólo habria supuesto una tentación de matrallearle a mensajes, lo que sin ninguna duda seria un error.
Según pasaba el tiempo yo reflexionaba sobre la verdadera razón de mi presencia allí. ¿Cómo después de tanto tiempo no habia conseguido librarme de mi dependencia a él? Debía de deberse al hecho de su apoyo en todos los momentos claves de mi vida. Era cierto que la última vez que le ví nos dijimos adiós para siempre, pero, ¿cuántas veces más me habia prometido que estaría ahí si lo necesitaba? Aunque para pedir que el cumpliese promesas yo debería de haber cumplido las mías. No sé. Todo era demasiado complicado asique dejé de darle vueltas, a fin de cuentas ya estaba allí. No sabía cómo reaccionaría, ni él, ni yo. Estaba allí por un abrazo, por uno de esos que te envuelven y te alejan del mundo, de los que no te dejan pensar en nada más y te hacen sentir protegida; no tenía por qué ser un abrazo que significase nada más. No necesitaba ni una palabra, ni un gesto. Yo solo quería que me abrazase con esos brazos que siempre habian aparecido en mis sueños que poco después también fueron pesadillas. Quería que él me rodease y mezclase sus dedos en mi pelo, eso era todo. Después, después simplemente me iría.
Pasó una hora, una y media, dos, dos y cuarto... Y entonces, sin precedentes, sin aviso, apareció. Vestía un bañador rojo que le cubría casi hasta las rodillas y una camiseta morada con un motivo colorido, llevaba el pelo algo más largo de como yo lo recordaba, ahí estaba él. El motivo de mis idas y mis venidas, de mis sueños y mis pesadillas, la persona que más feliz me habia hecho y también la que más me habia hecho llorar.
Me miró, obviamente estaba sorprendido, creo que incluso más de lo que yo me sentía al darme cuenta de que realmente estaba allí.
Tiempo atrás esos segundos hubieran sido más que suficientes para descrifrar qué era lo que estaba pensando pero esta vez fué diferente. No supe reconocer la expresión de su cara y, sorprendentemente eso despertó en mi una necesidad incontrolable de acercarme. Avancé un paso, luego otro. Estaba a escasos centímentros de él después de tanto tiempo separados y, lo hice, le abracé. A diferencia de lo que hubiera esperado no me sentí patética cuando él no me devolvió el abrazo, yo reconocía ese olor, ese cuerpo. Él se quedó inmóvil con los brazos pegados a su cuerpo tratando de evitar rodearlos a mi cintura durante unos segundos
Quién sabe si finalmente cedió, yo a fin de cuentas no estaba allí.
domingo, 3 de julio de 2011
Es inútil. Me he dado cuenta de que así no se consiguen las cosas. He tratado de empezar nuevas relaciones sólo para demostrarte que habia pasado página. He besado bocas por el simple hecho de olvidar otra. Pero no es la manera más adecuada.
Por fin he comprendido que tú siempre formarás parte de mi y de mi vida, por mucho que me quiera doler. Pero escúchame, porque la próxima vez que bese a alguien no será por ti, será por mi.
sábado, 2 de julio de 2011
Se me ocurre que vas a llegar distinta
no exactamente más linda
ni más fuerte
ni más docil
ni más cauta
tan solo que vas a llegar distinta
como si esta temporada de no verme
te hubiera sorprendido a vos también
quizá porque sabes
cómo te pienso y te enumero
después de todo la nostalgia existe
aunque no lloremos en los andenes fantasmales
ni sobre las almohadas de candor
ni bajo el cielo opaco
yo nostalgio
tu nostalgias
y cómo me revienta que él nostalgie
tu rostro es la vanguardia
tal vez llega primero
porque lo pinto en las paredes
con trazos invisibles y seguros
no olvides que tu rostro
me mira como pueblo
sonríe y rabia y canta
como pueblo
y eso te da una lumbre
inapagable
ahora no tengo dudas
vas a llegar distinta y con señales
con nuevas
con hondura
con franqueza
sé que voy a quererte sin preguntas
sé que vas a quererme sin respuestas.
no exactamente más linda
ni más fuerte
ni más docil
ni más cauta
tan solo que vas a llegar distinta
como si esta temporada de no verme
te hubiera sorprendido a vos también
quizá porque sabes
cómo te pienso y te enumero
después de todo la nostalgia existe
aunque no lloremos en los andenes fantasmales
ni sobre las almohadas de candor
ni bajo el cielo opaco
yo nostalgio
tu nostalgias
y cómo me revienta que él nostalgie
tu rostro es la vanguardia
tal vez llega primero
porque lo pinto en las paredes
con trazos invisibles y seguros
no olvides que tu rostro
me mira como pueblo
sonríe y rabia y canta
como pueblo
y eso te da una lumbre
inapagable
ahora no tengo dudas
vas a llegar distinta y con señales
con nuevas
con hondura
con franqueza
sé que voy a quererte sin preguntas
sé que vas a quererme sin respuestas.
Cuando miras al abismo, el abismo te mira a ti.
Como duele estar viviendo. Como duele estar muriendo así.
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